Culminó el juicio a dos funcionarios municipales de General Alvarado por “omisión de los deberes de funcionario público”. La niña murió en 2013 al ser atropellada junto a su madre que la llevaba en bicicleta por un camión de residuos en pésimas condiciones, que según los peritos no estaba en condiciones de circular.
MIRAMAR (Corresponsal).- El 18 de septiembre se conocerá cuál será la pena que les recaerá a dos funcionarios del municipio de General Alvarado por el accidente que derivó en la muerte de Antonella Rivero (5), ocurrido el 22 de mayo de 2013 en Miramar.
Durante cinco días se celebró el juicio en el Juzgado Correccional 1 del Departamento Judicial de Mar del Plata, en donde debieron sentarse en el banquillo, el responsable del área de Servicios, Mariano Auriti – actualmente continúa cumpliendo funciones-, y Germán Fernández, encargado, al momento del hecho, del mantenimiento del parque automotor del municipio.
Ambos decidieron no comparecer la Justicia en una causa caratulada como “omisión de deberes de funcionario público”.
Durante el proceso, hubo varias declaraciones, entre ellas, obviamente la de Natalia Parodi, mamá de Antonella y los concejales de aquel momento, Viviana Farías y Javier Caraballo quienes habían iniciado un pedido de informes por el estado de los vehículos municipales que no obtuvieron respuesta por parte de las autoridades responsables.
Asimismo, dos peritos uno accidentológico y otro mecánico fueron contundentes en su alocución, “el camión no estaba en condiciones de circular”.
También debieron dejar su testimonio, unos cinco choferes del municipio citados por la Justicia, quienes según se informó a LA CAPITAL, “reconocieron que había algunos vehículos en malas condiciones (no todos) y que gran parte del parque automotor no contaba con la VTV, salvo los más nuevos que eran llevados a Batán cada año”.
“A partir de la muerte de Antonella se sacaron de circulación tres camiones muy antiguos. Muy tarde, se podría haber evitado todo”, argumentó la madre de la niña fallecida, Natalia Parodi, y agregó: “Uno de los choferes dijo que si no salían en esos camiones ‘viejos’ eran sancionados”.
En defensa de los acusados, declaró el subsecretario de Seguridad, Antonio Centurión y un actual consejero escolar. El pasado viernes fue el turno de los alegatos y el lunes se firmaron las actas.
Trascendió que tanto Auriti como Fernández, sólo recibirán una suspensión por un lapso aún no determinado para ocupar cargos públicos y una multa económica, algo que no conforma para nada a la familia de la víctima.
“El fiscal pidió una multa de 8.000 pesos para cada uno e inhabilitación por un año y los abogados defensores que los absuelvan por considerar que la responsabilidad mayor es de sus superiores. Es una vergüenza, se tiran la pelota unos a otros, veremos qué ocurre”, indicó a este diario Natalia Parodi.
El 18 de septiembre se resolverá finalmente la sentencia.
El hecho
El 22 de mayo de 2013 alrededor de las 7:50, Antonella Rivero era transportada por su mamá, Natalia Parodi hacia el jardín de infantes 902 en bicicleta. A la altura de la avenida 9 y 48 se produjo el impacto con el viejo camión municipal que presentaba enormes falencias estructurales y de funcionamiento que le habrían impedido al conductor esquivar a las víctimas.
La niña que iba en una silla plástica trasera salió despedida y pegó de lleno contra el asfalto, lo que le produjo fractura de cráneo y hemorragia interna que acabó con su vida, mientras que su progenitora se fracturó la zona de la cadera y estuvo varios meses sin poder caminar.